Laura García Fernández, 4°E.
Cuando uno de los protagonistas está a punto de entrar en el ejército israelí, se entera de que al nacer fue intercambiado con otro chico de origen palestino, por lo cual lleva viviendo toda su vida con una familia que se podría decir que no es la suya, es decir, no es su familia biológica. Ambas familias tienen que pasar por el mal trago, solucionar y asumir que sus hijos pertenecen a religiones "opuestas".
Desde mi punto de vista, desde un principio pensamos que cualquier cosa que esté fuera de nuestra religión está mal vista, y nos parece extraño y diferente, (o por lo menos es la reacción que se ve de una familia al ver actuar a la otra). Pero, sin embargo, en el momento que se tuvieron que plantear que sus hijos pertenecían a otra religión, yo entiendo que no es todo tan contrastado a como ellos lo veían, que es sólo plantearse que todo puede ser de una manera distinta sin tener que ser mal vista o tachada de cualquier ejemplo de una mala obra.